miércoles, 28 de marzo de 2007

La Loca

Derrepente alguien me pregunta: ¿estas loca?.
Y yo les contestó
Loca de donde.
Loca de los maxilares.
Loca de los tobillos,
loca de la boca.
Loca del perón-e
Evaporadamente loca
Loca dubitativa.
Loca bi polar, son las que mejor viven.
Loca del trauma como camafeo.
Loca simple, vestida de armani

Loca la Lorca
La horca es loca,
y así llegaremos de boca a boca

Y jamás nadie sabrá quien es
la loca.

Mamá yo no soy, te lo juro soy normal.

Como mi hermano

sábado, 24 de marzo de 2007

El tranvía


Un tranvía mató a Gaudí.
Y otro esterilizó a Frida Khalo.

Voy y vengo en el tranvía, saltando las rejas como duende,
Escuchando las mejores de las conversaciones, mientras observo a los conductores, igualmente a los controladores.

Un tranvía llamado: Deseo.
Su madre lo parió en tranvía.

De Gloriès a Ciutadella voy escondido en tranvía.

lunes, 19 de marzo de 2007

Un poema estúpido




Necesito un trago de tierra,
para limpiarme la boca,
Quiero un calcetín descocido
que suponga mi guardarropa.

Dame lo que la gente quiere:
Hiel para el desayuno.
Briznas de estiércol en la sopa.
Palabras que no han oído
y orejas de burra loca.

Dame herramientas de plástico,
Escaleras de gelatina
y sortilegios de esponja.

Dame talento, dame olvido, respiración e ignorancia.
No olvides quitarme la ropa y horadar mis huecos cerrados

Dame, Dame
Porque yo no te daré nada.

martes, 13 de marzo de 2007

Mi vida sin mí


Mi amiga Isabel Coixet, sin intención alguna y porque tiene más faros que la iluminen en alta mar, en la oscuridad de la noche creativa, roba de mi inconciente los títulos de sus películas
Hoy a manera de plagio, haré apología a el titulo de su inigualable película.
“Mi vida sin mí” ( Por cierto que la productora El Deseo, que su testaferro es Agustín Almodovar, mas todos sabemos que el el mismisimo Pedro, quien mueve los hilos, tiene una relación amor odio, con mi creativa amiga, la envidia, se da hasta en los precursores, cuando su talento sólo sabe reciclarse, no aceptan la mirada nueva de los ojos, protegidos con gajas de pasta renovada)

Tiene que llegar a las alturas de la torre del mundo, porque el mundo ya no es redondo, sino una gran torre, sostenida por lo parias, en sus asientos, y por serios ladrillos, hombres y mujeres que pasaron ya el dolor de sentirse vivos.
Los otros somos figurillas amorfas como las de Antonio Gaudi, unas con cara de lechuga, Jodorski dice que la lechuga es una rosa, yo aclaro que para mi es un tomate insulso , otras abiertas por ególatras como hojas de mariguana, el caso que la vida no circula en círculos, como debía ser, todos los que conocemos las letras de la a a la z, somos los mediocres alquimistas de XXI. (Jamás pensé que llegaría a este siglo, Pachita una Chamana Mexicana me dijo que viviría sólo 33 años) Tengo los 37 o 2046, ¡Qué más da! ¿No es el tiempo una ilusión creada para el control de los momentos?
Yo te regalo un momento sin tiempo, es tan adaptable que se apega a tus necesidades, te quita el hambre y sobre todo te permite masturbarte, arrojando tus fluidos sobre los jardines de Dios.
Si Dios en un libro se atreve de hablar de mí, porque no lo haré yo en mis disgregaciones.
Dios existe, en su mundo. Yo vivo en este. ¿Entonces quién es mi Dios?
Preguntárselo a Isabel Coixet, responderá correctamente si Susan Sarandon está de buen humor.

domingo, 4 de marzo de 2007

Charo se casó.


Para ti:
No daré nombres propios, ni datos que puedan llevar a los amigos insatisfechos y morbosos a la verdad, en cambio los dejaré después de leer esto, en lo que tanto les encanta, la vida onírica, la vida ajena.
Detrás de una gran mujer hay un aparato indestructible de intelectuales ambiguos, En todos los sentidos algunos no existen. En todos los sentidos.
Las cábalas: Qué será cierto, y qué mentira.
En sí conocerte a ti mismo es una desgracia inmensa, pero es mucho más trágico e impúdico que una persona a la que le das la oportunidad de conocerte abiertamente, vaya escribiendo o largando sobre ti, por lo tanto no pienso revelar nada que ustedes no sepan por ustedes mismos sobre ella, porque antes de haber sido mujer, en otras vidas fue Reina y me quedé con ese dharma. (Leed a Vikram Chandra, Siruela). La amiga niña, siempre feliz, la manipuladora, la devoradora de lecturas y protectora de los escritores parias y pretenciosos como yo (Hace tiempo que Castilla no tiembla con la palabra paria, que no le gusta nada). Pero cuántos parias ilusos escritores, hijos de hombres influyentes, han pasado por la retina de mi amiga. Más tarde se les olvida, y sólo quedan los pelos de colores, no saben si son de Galerías Preciados o Rayuela, mira que en Valladolid parece que nada nunca se mueve, y todos los alfiles siempre están maqueados, la Catedral incompleta, en fin todos sabemos que el Pisuerga pasa por Valladolid.
Como dice Alberto: Valladolid es una ciudad que debe contemplarse siempre con la vista en lo alto. Y cuánta razón tiene, como la bajes, te asfixia la neblina y después la envidia.
Pero hoy estamos hablando de ti, ojalá un día me case con una María Kodama o cualquier mecenas del arte que soporte mi incontinencia verbal y mi adicción a la entropía, que haga un libro como éste, espero que escribas en él. Por favor no magnifiques mis errores, para parecer mejor persona, eso ya no se lleva, y no utilices tinta rosa. La detesto.
Una vez matamos a un hombre, a esa figura literaria la refrigeramos en mi casa, eran los tiempos en que yo, tristemente limpiaba por las noches los aires con los pájaros, alguna vez bajo conmigo a los infiernos, cuando se descuidaba salía a la calle con sus bragas y ella dormía la siesta arropada con un edredón de viejos calzoncillos. El homicidio sucedió antes de la Gran Nevada (ninguna relación con la gran nevada de Eduardo Fraile).
Yo quería ser escritor pero era adicto a los best-sellers, (mal formación americana) como la bailarina que tiene el pie plano y sueña con su debut en el Teatro Real de Madrid.
Entonces se propuso enseñarme a leer, comenzar de nuevo a saborear las palabras, leer como un acto de construir, abrir el acantilado con filoso cuchillo, puso en mis manos “El vendedor de cuentos” mientras lo leía me observaba, no tenía que tener prisa en el acto sino tacto.
Pasé la primera etapa y cuando me acordé estaba devorándome el cadáver refrigerado con la ayuda de Mantis: Dios de los bosquimanos, me di cuenta que mi amiga era ella: La niña que creó las estrellas.
En este mundo literario donde prima la petulancia y la mezquindad, pocos se atreverán a decir que Charo aparte de intercambiar conmigo muchas horas extrañas, me enseñó a leer.
No al acto de interpretar mentalmente o en voz alta la palabra escrita, sino al hecho de sopesar un libro, olerlo, distinguir los papeles y de soslayo sentenciar con un solo guiño, si esa edición es mejor o peor, desconfiar de los más leídos, a buscar en los rincones, a husmear en las novedades, a no ignorar a los escritores noveles y desconocidos, y no dejarme llevar por la personalidad del escritor para juzgar su obra, jamás hablar de lo que no sé, a esa forma de leer que no conocía, así me convertí en devorador de cadáveres literarios.
Divina, gracias por llevarme de la mano por los recovecos de Babel, y enseñarme sus lenguas todas, incluso las muertas y perversas.
Eres de las mujeres que más he amado siempre.