sábado, 22 de marzo de 2008

Soy feliz volviendo




Volver, es irse.
Volver es regresar de estar retenido… .
Volver es tomar conciencia, del instante.
Volver es que llenen tu boca de tierra y dejen tus dedos.
Volver es que la “Soleé”, te quite el mordor y sacuda los colchones.
Volver es irse a La Habana.
Volver y ver todo es un ciclo, y que todo vuelve.

Comparto con ustedes –Cosas que tiene el tiempo-
Yo, el gato maldito de María.

El tiempo, pues, constituye la posibilidad de vivir humanamente; de vivir. Ya que el vivir no es lo mismo que la vida. La vida es dada, mas es un don que exige de quien la recibe el vivirla, y al hombre de una especial manera.
Vivir humanamente es una acción y no un simple deslizarse en la vida y por ella. Es lo que, según Ortega y Gasset, distingue al hombre de los demás seres vivos que conocemos. El hombre ha de hacerse su propia vida a diferencia de la planta y del animal que la encuentran ya hecha y que sólo tienen que deslizarse por ella, al modo de cómo el astro recorre su órbita —dormido—, dice. Es indudable.
María Zambrano

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