viernes, 16 de noviembre de 2007

Un estilo de misoginia.

De verdad, necesito atiborrar mis venas de etilo, mi cabeza de esperanza, los días estúpidos sin manecillas de reloj. Los acontecimientos y las personas me agradan o no, amo las palabras en boca que nunca a masticado sal bruta, la belleza es el motor del existencialismo con el que soy coetáneo.

Pero lo que más detesto: Son las mujeres falsas, vulgares y encima pretensiosas.
Tengo una amiga, que practica el sexo como nosotros, los hombres, en lenguaje judeo-cristiano la tildaríamos de "promiscua".
No lo veo así, para mí es un ser humano con todo el derecho a disfrutar de su sexualidad al igual que lo hacemos los hombre, sin embargo ella como es mujer, es una puta. Para mí: Precursora de la igualdad entre el clítoris y el pene.

"No habibis"
A este señor no le cuenten más historias, que aunque parezca melifluo es una cobra en celo.
Mi amiga simplemente practica lo que le pide su cuerpo como a todo animal, sin compromiso.

En mi entorno cercano, (No quiero ser explicito, porque esto lo leen más de los que aceptan hacerlo) hay una mujer enclenque, su figura es tan transparente que tiene que valerse de una modestia falsa para hacerse la importante, pese a decir ser de cuna noble, es inmensamente vulgar y anodina pero le gusta el poder, es emocionalmente ignorante. Que terrorífica puede llegar a ser toda la mezcla antes mencionada de "talentos".
Engaña a su marido, llevo meses que la descubrí, y como toda mujer que oculta un secreto sexual, lo somatiza en la lengua y el paladar. Por eso fuma como desquiciada, y desaparece con escusas tontas a meterse al zulo, del amante. (Que por cierto es abominable)

Este tipo de arpías son por las que sufro espasmo de misoginia, las falsas consigo mismas, y encima pretenden obsequiarte con una imagen de rancia elegancia.

"No habibi, esta mole viene de vuelta"
Y hoy me di cuenta del miedo inmenso que te causo.
Para ser franco me agrada, mantener ese poder soterrado y sibilino sobre tu persona.
Tu estas fija en tu entereza, yo bailo en el hilo imperceptible de la noche.
Pero entre tu y yo, hay un abismo de calificativos
Tu eres simple y vulgar.
Y yo soy dueño de toda escena, incluso en la que te encuentras.

Siento ser tan soberbio habibis, es el día, es la noche, es esta gente intentando manipularme por poder.

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