miércoles, 28 de noviembre de 2007

puntotres


Nadie la vio, porque paso como un sueño encantado, un momento onírico, un espacio único, por eso mis ojos fueron los escogidos para verla.
Acartonada, elegante y fiel a su genio.
Nadie la vio, perdió sus toscos guantes en "La Sagrada Familia" para que Gaudí recorriera el mundo midiendo manos hasta encontrar a la cenicienta con los dedos azules de frío.
Picasso niño soporto todo su enojo por la desvirtuación a la realidad a la que nos someté, después de su pleito, terminaron tomando chocolate en el Borne.
Ella llevaba un colgante negro de hierro que le compré en "La Ciudad de los Muertos" en El Cairo, mucho más bello que el pendiente en forma de mano que Pablo regaló a Frida.


Cumplimos veinte años de un amor ágape, y lo festejamos soportándonos, perdidos en el Parc Güell, nuestra amistad no tiene limites, jamás los tuvo, nos entregamos las arcas de "Todo" desde el momento mismo que decidimos ser hermanos.
No tenemos fronteras para la confianza, nos suda por los poros una tinta verde, cuando en nuestra comunicación hay un ápice de falsedad, uno sabe perfectamente lo que esta pensando el otro.

A Lolita no le puedo mentir, conoce el plasma de mi sangre y lee la temperatura de mis ojos, por eso nada cambia con los años. Uno, dos, tres, un lustro de años y como si fuera ayer retomamos lo nuestro justo donde lo dejamos, por eso nada se transforma.
Ella más ciega, yo más esquizofrénico buscando mundos ideales, bajo las alfombras olvidadas. Aún así siempre me ayuda a sacudirlas aunque sabe que son producto de mi imaginación.

Vino y nadie la vio.
La señora catalana, la llamó una mujer con estilo, para mí es la niña amante de los perros.
La guia de turistas a la que espeté mi falta de serotonina en la cara, perdonó mi apabullamiento sólo por esa cortesía refinada, y exacta, de la nunca vista ni encontrada.

Porque siempre se fabricó, pero no como las estúpidas que hacen de ellas otras que no son ellas, ella se fabricó de sus despojos y de la perra vida , por eso es la entropía de una vida: Su existencia.

Mucha gente que lea esto, dirá Lolita es mi amiga, la conozco tanto como él.

Y yo responderé desde el lado izquierdo del averno.

Nadie la verá jamás... .

Corre, Lola Corre... .
Que cuando cruces el rio que lleva a Aztlán, acompañada por los escuincles de la Sra. Olmedo
Lucas siempre te está esperando.

4 comentarios:

Delusion dijo...

Diego, disfruto mucho de tu escritura. Te vengo a leer a ratos, después de andar por el mundo y aburrirme de ver más de lo mismo; entonces vuelvo.

Comento en este post porque es de los pocos en que permites la manifestación del alma de tus lectores.

Te mando un abrazo suficiente.

AP

Diego Montoya Avilés dijo...

No sé quien eres,
Tampoco importa mucho.
Gracias por leerme y alertarme, ya que todas las publicaciones deben de tener acceso a libre comentario.

Se feliz,

Diego

Anónimo dijo...

Te extraño....lolita la nunca vista

Lolita dijo...

Diego, hermano, no te has ido porque estas en mi corazón, dicen que las personas mueren cuando las olvidas, tu siempre estarás vivo!! Gracias por reseñar tan bellamente nuestro último beso encuentro.... La nunca vista, la cafa vez mas ciega ... Hoy otra cirugía de ojos