
¡Qué Nadie!
Que nadie toque la cama
donde suspiró mi carne,
que no ventilen la ropa,
que no encorseten desmadres
porque aunque estoy medio loca
ahora quiero refugiarme
junto a los lastres dormidos
que palpitan mis verdades.
No fui santa, ni pura
sólo viví realidades,
frustradas pasiones siempre
que no las comprendió nadie.
Acaricié primaveras
y tuve sueños tan grandes
que llené de humeda brisa
los entresijos del aire.
Volé bajo el raso suelo
sin ganas de encararme
y vi crecer las raíces
como enmarañadas cárceles,
toqué posibles vestigios
en rincones intocables.
Mi sangre es caliente, verde
jamás puedo equivocarme.
Un poema del último libro de mi amiga Aracelí Simón: "Humo, suspiros y nubes"
http://www.aracelisimon.tk/
http://www.aracelisimon.tk/
Que nadie toque la cama
donde suspiró mi carne,
que no ventilen la ropa,
que no encorseten desmadres
porque aunque estoy medio loca
ahora quiero refugiarme
junto a los lastres dormidos
que palpitan mis verdades.
No fui santa, ni pura
sólo viví realidades,
frustradas pasiones siempre
que no las comprendió nadie.
Acaricié primaveras
y tuve sueños tan grandes
que llené de humeda brisa
los entresijos del aire.
Volé bajo el raso suelo
sin ganas de encararme
y vi crecer las raíces
como enmarañadas cárceles,
toqué posibles vestigios
en rincones intocables.
Mi sangre es caliente, verde
jamás puedo equivocarme.
Un poema del último libro de mi amiga Aracelí Simón: "Humo, suspiros y nubes"
http://www.aracelisimon.tk/
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