sábado, 20 de enero de 2007

Uno y uno: casi nunca son dos.


Somos indiscutibles, pobres y expósitos, profanos y violados, glándulas saludables e infecciosas, tristes mantos tejidos a mano, o solteronas dejadas, saliendo del confesionario, con la diestra en el clítoris, y la siniestra en el camafeo.
Preguntarme ahora, socorro absoluto de los débiles.
Pregúntame en este instante garganta profunda de las mentirosas (Y mentirosos)
Desde que existe el mundo, todos se emplean en que no sea, incluso existieron profetas que todo lo que hiceron, por aniquilarme, eso fue delirante.

¿Por qué, ahora : tú te empeñas en que crea en el mundo, cuando apenas tengo conciencia de la fecundidad de mi semen?
La manipulación llegó a niveles inalcanzables por la audiencia.
Términos muy terrenales, audiencia, paciencia, yoga, eyaculación precoz, monos mangas y mangas convertidas en monos.

Pero Yo: que mantengo las costumbres amorosas del decimonónico ¿Que hago? esperando el sepulcro nuclear de la Vigésima Primera.

Para empezar, no somos coetáneas.

Cállate, tengo permiso de mi madre para estar loco, incluso si tiene que venir a recogerme en pedazos, está la ornamentada esparcida y las partes de cuerpo dispuestos, para que sólo pueda reconocerlos ella.

No hay comentarios: