Lucha de gigantas

Hoy estoy ¡Saltarina!- Dice una voz interna femenina que creó escuchar.
Si estoy saltando y disfrutando de las ondas de todo el mundo mezcladas.
Siento pasión por los Geranios de la terraza de este artista.
Aunque un golpe de "vouyer" en la ventana, bastaría para que se secara el cactus, de interior.

(Regreso al papel de escritor): Sin embargo esa facilidad con la que libra obstáculas para brincar como loca de una esquina a la otra, me causa desconfianza, el hombre vulgar no desarrolla el arte de saltar, como los "chapulines", tengo que reprimir su osadía y someterla a una posición menos primordial y que la llene de temores.

(Voz femenina)
¡Temores! , no te das cuenta rata inmunda, que estas desesperado por causarte males, para flagelarte con tus temores, que siempre estas bibiendo (Disculpa la falta de ortografía en bibiendo, es que soy mujer).
_ El escritor cansado de no poder controlar al personaje, va al baño, y con una cuchilla de afeitar comienza a cortarse, en sitios donde brota el plasma.

FIN DE LA HISTORIA