martes, 12 de diciembre de 2006

Lo que hacen las horas.


Mientras, intentaba cerrar los círculos, en una ardua labor de saber ¿por qué? Y ¿Cuánto?. Si distanciarme de las circunstancias, en este suceso de relaciones que provoco, o me provocan, si el amor que siento, atiende a la necesidad endémica de protección o a la soberbia del protectorado.
No sé, sé tantas y tan contadas cosas, que preferiría ser un trasvestido adolecente, protituyéndose por la avenida revolución en Tijuana. O estar asesinada como la “Felix”, sangrienta y bella en una cuneta.
aquí en este cuerpo existen dos personas (en realidad entre las dos suman 17 personalidades) una que intenta salir por la puerta principal de la casa y no se atreve, y la otras que ha salido infinidad de veces por la puerta trasera.
El sufrimiento lo convierto en un ley motiv, porque la felicidad creo que ha sido negada, para muchos, “los amorosos” los llamaba Jaime Sabines, Capote le llamó Perry Smith. Esa negación que impulsa como un motor a seguir destruyéndote, poniendo a prueba los esqueléticos glóbulos rojos, el inflamado cerebro y sus circuitos fieles, sometiendo a la más cruel de las torturas al hígado.
No se puede vivir, en este planeta no se puede vivir, extraño tanto el calor de tu cuerpo, que el sólo hecho de pensar en otras manos tocan el templo sagrado de mí todo, enerva mi cruel melancolía y la sangre se torna más azul de lo que es y fría.

1 comentario:

plasmamos sus sentimientos en video dijo...

...el 17, insisto, la mejor parte...lo demás me parece salvajemente bueno...